El episodio empieza calentito... Sandra en la cama con el profesor Uribe.
El desayuno norteño ya está listo en casa de don Candelario Quintana. Don Cande le recomienda a Uribe que lo mejor que puede hacer es ir a hablar con el Mochuelo, mirarle a los ojos y explicarle que Sandra se queda con él, así, "a lo macho". No le asegura que pueda salir vivo de esa casa, pero deben hacerlo, es la única solución: debe pedirle disculpas por la ofensa. Y para calmarle, le pondrá encima de la mesa un buen fajo de dólares que el mismo Cande le presta a Uribe como muestra de su agradecimiento por haberle salvado la vida.
En ese momento aparece Lino Esparza... No había aparecido en toda la noche y casualmente llegó la gente del Mochuelo a la Taquería disparando contra Sandra y Uribe. ¿Qué coincidencia, no?
Don Cande se ofrece a acompañar a Uribe hasta la puerta de la casa de Mochuelo y ya, una vez dentro... el profesor tendrá que ingeniárselas él solito.