El océano es un lugar naturalmente ruidoso, lleno de cantos de ballenas, peces roncadores, camarones, crujidos de hielo, viento y lluvia. Pero los ruidos de origen humano, desde barcos hasta perforadoras petrolíferas, están amenazando la vida marina, según la periodista científica Nicola Jones. Observa (y escucha) su descripción de las perturbaciones que sufren las criaturas marinas que se enfrentan a la polución acústica en el océano, así como sus propuestas directas para reducir el sonido, con resultados casi inmediatos.