En su inicio, Buenos Aires era una de las capitales más olvidadas de las colonias americanas, pero luego de su independencia en 1816 el comercio y la inmigración la hicieron crecer a un ritmo increíble. ¿Sabías que al principio del siglo 20, Argentina era una de las 10 naciones más ricas del mundo? ¡Sí, es verdad! Lo lograron con la exportación de carne, trigo, plata, cuero y otros productos. Y eso no hubiera sido posible sin los trabajadores de los puertos. Ellos eran en su mayoría, inmigrantes de Italia, Alemania, España, Irlanda, Croacia y varios otros países europeos. Y claro, contribuyeron no sólo a la economía, pero también a la diversidad cultural de Buenos Aires.