Los lobos no lloran (Wolves Don't Cry) es un relato de hombres lobo del escritor norteamericano Bruce Elliott (1914-1973), publicado originalmente en la edición de abril de 1954 EN la revista The Magazine of Fantasy and Science Fiction, y luego reeditado en la antología de 1988: El monstruoso libro de los monstruos (The Monster Book Of Monsters).
Análisis de: El Espejo Gótico
https://elespejogotico.blogspot.com/2025/09/los-lobos-no-lloran-bruce-elliott.html
Texto del relato extraído de:
https://elespejogotico.blogspot.com/2025/09/los-lobos-no-lloran-bruce-elliott.html
Musicas:
- 01. Mind Tricks - Experia (Epidemic)
- 02. Dark Music - The Sealed Kingdom (Epidemic)
Nota: Este audio no se realiza con fines comerciales ni lucrativos. Es de difusión enteramente gratuita e intenta dar a conocer tanto a los escritores de los relatos y cuentos como a los autores de las músicas.
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Los lobos no lloran, uno de los mejores cuentos de Bruce Elliott, presenta un enfoque original sobre el tema de la licantropía. De hecho, desarma y reconstruye esta leyenda de un modo asombroso.
SPOILER
El protagonista es un lobo que se transforma en humano. Al despertar en su jaula, descubre su nuevo cuerpo, y el personal del zoológico lo confunde con un loco o un borracho que entró a pasar la noche en la jaula, dejando escapar al lobo. Desconcertado, Lobo [así lo había llamado la gente del zoológico] descubre que no puede aullar, que su olfato se ha debilitado enormemente [para colmo, ahora su nariz está lejos del suelo] y puede ver colores que antes no percibía.
Lobo es trasladado a un hospital psiquiátrico. Es encerrado en una celda [con barrotes, como su jaula en el zoológico] y obligado a diversas cuestiones que considera indignas: usar ropa, comer una papilla insípida en lugar de carne, caminar sobre sus patas traseras y seguir nuevas normas sociales. Sin embargo, lo peor de todo es que Lobo extraña a su hembra, su olor, y a sus cachorros.
A pesar de su incomodidad, Lobo se adapta al nuevo entorno y aprende a comportarse como un humano, incluso adquiere cierto manejo de los extraños sonidos que emiten los bípedos y empieza a comunicarse con ellos. Lo más sorprendente es que aprende a llorar, algo que los lobos son incapaces de hacer.
Al salir del hospital, Lobo asiste a un cine y ve una película de hombres lobo donde el protagonista examina un libro que describe cómo un ser humano puede convertirse en lobo a través de un ritual, que debe realizarse con un cinturón de piel humana. Bruce Elliott no lo menciona específicamente, pero se trata del libro de Sabine Baring-Gould de 1865: El libro de los hombres lobo (The Book of Were-Wolves). Lobo lleva a cabo el ritual con algunas modificaciones; por ejemplo, el cinturón es de piel de lobo, no humana, y recupera su forma original [ver: Atrapado en el cuerpo equivocado]
Antes de eso, Lobo mantiene relaciones con una mujer humana y ella queda embarazada.
Ya en su forma original, Lobo regresa al zoológico, de noche, y se echa junto a la jaula de su antigua compañera. Al amanecer, los empleados lo reconocen y lo hacen entrar en la jaula. Allí, un día, ve a una mujer que se acerca con un carrito de bebé. El niño es humano, pero tiene ojos extraños. Lobo imagina cómo el niño, su hijo humano [lo reconoce por su olor], algún día padecerá algo que, para el resto del mundo, incluso para él mismo, será una maldición:
«Y el último pensamiento que tuvo al respecto fue de infinita lástima por su pequeño hijo, quien, en una noche de luna llena, se arrodillaría y se convertiría en un animal, para luego vagar en la oscuridad en busca de algo que jamás llegaría a comprender.»
Los lobos no lloran de Bruce Elliott no solo invierte la leyenda del hombre lobo, sino que prescinde de todas las convenciones del género, encontrando en el proceso distintos puntos de enlace con la estructura original. Por ejemplo, el hijo humano de Lobo será un licántropo, y esto será un misterio para él. Nunca sabrá que su padre fue, en realidad, un lobo. También es interesante que el comportamiento de los licántropos se deba a la incomodidad física que experimenta un lobo que debe articular los movimientos de un cuerpo humano [ver: Razas y clanes de hombres lobo]
Bruce Elliott no proporciona ninguna explicación sobre por qué Lobo se convierte en humano al principio. Como Gregor Samsa en La metamorfosis (Die Verwandlung) de Franz Kafka; no hay maldiciones ni infecciones detrás de la transformación [ver: Kafka y lo Kafkiano]. A falta de un origen es lícito pensar que, tal vez, Lobo fue anteriormente un humano, y vive inmerso en un ciclo de transformaciones. Es cierto, tiene compañera y cachorros, por lo cual ha sido animal durante bastante tiempo, pero también los tiene cuando luego es humano.
Si bien hay algunos puntos en común, Lobo no es exactamente como Gregor Samsa; y ciertamente no pertenece a la tradición surrealista. Tampoco es una total inversión de convenciones sino una expansión. Por ejemplo, la escena en el cine hace referencia al rol tradicional del licántropo en las películas de terror, y el ritual posterior se vincula con la leyenda del nigromante que manipula fuerzas oscuras. Todo eso forma parte de este universo, pero el eje de la historia no es un humano que se convierte en lobo, sino un lobo, convertido en humano, que busca ser lobo otra vez [ver: Análisis psicológico del Hombre Lobo]