Heinrich Himmler era un luchador callejero que tomó el control de una de las máquinas del terror más temidas de Hitler, la "Einsatzgruppen". Su tarea consistía en despoblar Europa del Este y Rusia para que los alemanes "puros" pudieran ocupar su lugar. Después de arrasar Polonia, la Einsatzgruppen se desplegó en la Unión Soviética, en donde su misión principal radicaba en encontrar altos funcionarios comunistas para matarlos. Hicieron tan bien su trabajo que se les concedió la tarea adicional de propagar el sentimiento antisemita en territorios como Ucrania y los países bálticos ocupados, como una forma adicional de matar a los judíos. Sin embargo, el grupo Einsatzgruppe A decidió asumir esta tarea en sí misma, aniquilando sistemáticamente a cerca de un millón y medio de personas por su cuenta, mientras otro medio millón desapareció a manos de los pobladores locales. Posteriormente Himmler llegó a ser Ministro de Interior y fue responsable directo de la Gestapo, de los campos de concentración y del exterminio de los judíos.
Los cazadores de nazis tenían su objetivo puesto en Himmler desde el principio de la guerra a causa de su persecución sistemática de los judíos y de los no arios. Su eficiencia y el control total de este proceso fue destacado por los descifradores de códigos del Reino Unido. Esto atrajo la atención de Churchill, existiendo actas de su gabinete en las que se propiciaba su asesinato. Las fuerzas aliadas recibieron la solicitud de su captura y esto desencadenó su cacería incluso antes del final de la guerra. Sin embargo, se cree que los comandantes aliados acataron la instrucción de asesinarlo, por lo que su suicidio por envenenamiento con cianuro ha sido visto con escepticismo por algunos revisionistas. Se sospecha que una unidad especial, encargada de asesinarlo, lo alcanzó en Luneberg.
El 6 de mayo de 1945 en Plön, Heinrich Himmler, el SS Reichsführer, Ministro de Interior del Reich y Jefe de la Policía, fue destituido de sus cargos por el Gran almirante Doenitz, el nuevo jefe del estado alemán, después del suicidio de Hitler. El almirante Doenitz odiaba y desconfiaba de Himmler y no quería tener relación con él, por lo que el líder de las SS decidió desplazarse al Sur, a su casa de Baviera, llevando consigo a algunos acompañantes y asesores médicos. Un grupo de12 personas disfrazadas y con documentación falsa salió de Flensburg el 10 de mayo. Himmler tenía documentos en su poder que supuestamente demostraban que era el "ex sargento Heinrich Hitzinger, perteneciente a una compañía armada especial, adscrito a la Policía Secreta de Campo, desarticulada el 3 de mayo de 1945". Esta identidad falsa y curiosamente inadecuada, indicaba que aún se encontraba en categoría de detenido. Vestía una chaqueta de civil, se afeitó el bigote, se quitó las gafas y se puso un parche en el ojo izquierdo. Cruzaron el estuario del Elba en barco y posteriormente se mezclaron con una gran masa de las tropas alemanas de diferentes servicios, que fueron acorralados en la península formada por los ríos Elba y Ems y la costa del Mar del Norte. Se trasladaron al sur por los caminos más accesibles de Bremervörde, un pequeño pueblo en el margen del pequeño río Oste, a donde llegaron el 18 de mayo. Aunque podrían haber cruzado el río por otro lugar, decidieron utilizar el puente custodiado por las tropas británicas de la 51 ª División de las Tierras Altas. De acuerdo con los informes del ejército británico, allí se había establecido un puesto de control de la Sección de Seguridad de campo 45 (adjunta a la sede del Cuerpo 30) con base en Zeven, a pocos kilómetros hacia el sur. Himmler y dos de sus acompañantes, un teniente coronel de la SS Waffen y un mayor, cruzaron Bremervörde el 22 de mayo, hacia el puesto de control, lo cual debe haber constituido una imagen muy extraña. Los dos escoltas del frente eran claramente militares y llevaban largos abrigos verdes, mientras que el asesino parecía insignificante en sí mismo, luciendo una extraña selección de prendas civiles cubiertas con un impermeable azul. Para empeorar las cosas, los dos oficiales miraban hacia atrás de vez en cuando para asegurarse de que su carga todavía se encontraba con ellos. El extraño trío fue detenido por una patrulla de la infantería británica sin saber quiénes eran y fueron trasladados hasta el puesto de control. Allí, los sargentos Arthur Britton y Ken Baisbrown, de la Sección de Seguridad del Campo número 45, y el sargento John Hogg, del Destacamento de Reserva de Seguridad del Campo número 1003, revisaron los documentos de detención después de haber leído brevemente los papeles de identidad falsos. En ese mismo momento supieron que los tres personajes se encontraban bajo la categoría de arresto automático. La verdadera identidad del segundo criminal de guerra alemán más peligroso no se dio a conocer hasta un par de días más tarde. Esa noche se les permitió refrescarse y dormir en el puesto de control. A la mañana siguiente, el 23 de mayo, los enviaron al Campo de Detención número 031 en Barnstedt. El sargento Britton condujo el camión que transportaba a los tres prisioneros y, en el camino, se reportó en la sede 45 FSS de Zeven, en donde el capitán Excell los envió directamente al campo de detención para un procesamiento completo. Esa noche, alrededor de las siete de la tarde, fue solicitada una entrevista con el comandante de campo, el capitán Thomas Selvester. Después del interrogatorio, Himmler reveló su verdadera identidad. Inmediatamente después se envió un oficial de inteligencia a la segunda sede del ejército con una muestra de la firma de Himmler, que luego de ser cotejada confirmó la identidad del prisionero.